Promovidos y coordinados por la Sociedad Cubana de Cirugía Pediátrica y el Grupo Asesor Nacional de la especialidad, entre los años 1999 y 2004 se desarrollaron cuatro eventos denominados Talleres Nacionales de Buenas Prácticas Clínicas en Cirugía Pediátrica. El resultado final fue la discusión de más de treinta guías de práctica clínica, veintidós de las cuales se publicaron en el año 2005 en un número especial de la revista electrónica cubana Medisur. ^{1 , 2} Desde entonces, esos trabajos sirvieron de referencia en la labor de los servicios de cirugía pediátrica a lo largo y ancho de la nación.

Tres años más tarde, en dos artículos sucesivos publicados en la misma revista, se expresaba la necesidad de perfeccionar las guías, basarlas en la mejor evidencia disponible y ajustarlas más a las posibilidades diagnósticas y terapéuticas propias del contexto en que se desarrolla la asistencia sanitaria local. ^{3 , 4} No fue hasta el año 2019 que se logró satisfacer esta demanda, con la celebración del IV Simposio y Primer Consenso Nacional de Guías de Prácticas Clínicas en Cirugía Pediátrica, el cual se dedicó enteramente a la discusión de cuarenta y cuatro guías, más de la mitad de ellas afrontaron por primera vez enfermedades frecuentes de la práctica de la cirugía y urología pediátricas. ⁵

Es la Revista Cubana de Pediatría quien acoge ahora la publicación paulatina de los nuevos protocolos. En el número que se ofrece ahora a los lectores, hay tres de notable importancia, uno sobre invaginación intestinal - que actualiza la versión del año 2004 - y dos con temas que se tratan por primera vez como guías cubanas: estenosis hipertrófica del píloro y enfermedad herniaria inguinal de la niñez.

La invaginación intestinal es la causa más importante y frecuente de abdomen agudo en lactantes y la estenosis pilórica es el motivo más frecuente de obstrucción pilórica en ese grupo de edad y en recién nacidos. Ambas representan una urgencia quirúrgica y todos los cirujanos pediátricos están obligados a dominar los principios de su diagnóstico y tratamiento. Las diferentes variedades de la enfermedad herniaria inguinal, por otra parte, constituyen la mayor demanda de consultas en la especialidad y la primera causa de intervenciones quirúrgicas programadas en todos los servicios de cirugía pediátrica.

Esperamos que estos tres nuevos artículos sean útiles no solo a los cirujanos y urólogos pediátricos, sino también a todo el personal sanitario involucrado en la atención a niños y adolescentes, en particular a aquellos a quienes acuden los pacientes por primera vez y que deben decidir cómo proceder en cada situación particular.