COVID-19 y lactancia materna

Estimada editora:

El 31 de diciembre de 2019, la Comisión Municipal de Salud y Sanidad de Wuhan (provincia de Hubei, China) informó sobre un grupo de 27 casos de neumonía de etiología desconocida. El inicio de los síntomas del primer caso fue el 8 de diciembre de 2019. El 7 de enero de 2020, las autoridades chinas identificaron como agente causante del brote un nuevo tipo de virus de la familia Coronaviridae, que posteriormente se denominó SARS-CoV-2, cuya secuencia genética fue compartida por las autoridades chinas el 12 de enero. El día 11 de marzo, la Organización Mundial de Salud (OMS) declaró la pandemia mundial.1)

Es a partir de este momento, que la lactancia materna vuelve a constituir uno de los mayores desafíos que hoy enfrentan los pediatras en la atención al recién nacido y lactante. Rumores sin basamento científico y mitos tratan de refutar la importancia de la lactancia materna, para que algunas madres decidan retirar antes de tiempo la mejor vacuna que los niños entre 0 y 6 meses pueden recibir.

A punto de partida de la reflexión anterior, la presente carta tiene como objetivo mencionar la importancia de considerar el mantenimiento de la lactancia materna en las circunstancias actuales de epidemia causada por el SARS-CoV-2 a partir de la experiencia mundial que se ha obtenido en el tiempo de estudio de la enfermedad.

El nuevo coronavirus de 2019 provoca en las personas una enfermedad respiratoria denominada Covid-19, que puede transmitirse de persona a persona y los síntomas pueden aparecer entre 2 y 14 días después de haber estado expuesto a una persona con la enfermedad.2

La leche humana es el alimento óptimo para la nutrición de los lactantes y niños pequeños para la salud del binomio madre-hijo, especialmente en situaciones de emergencia, es por ello que en los hijos de madres con casos sospechoso, probable o confirmado de Covid-19, se recomienda el inicio de la lactancia durante la primera hora de vida y continuar por lo menos hasta los 2 años y aplicar las medidas de bioseguridad para la enfermedad Covid-19 necesarias para prevenir el contagio madre-hijo. La leche materna contiene anticuerpos que combaten infecciones y estimulan el sistema inmune del bebé. La leche materna es el alimento más seguro en una emergencia, contiene las vitaminas y minerales apropiados para un crecimiento saludable.2,3

La Covid-19 es una enfermedad nueva que la comunidad científica aún está investigando cómo afecta a cada grupo de edad y principalmente en los grupos de riesgos, pero no se ha comunicado ninguna contraindicación para brindar la lactancia materna y bien lo apuntan algunos autores y recomienda la OMS, que las madres pueden continuar amamantando en todos los entornos socioeconómicos, pues mejora la supervivencia de los neonatos y lactantes, y les proporciona beneficios de salud y desarrollo por toda la vida.4

Se encontraron ocho estudios que analizaron la presencia de ARN de SARS-CoV-2 en la leche materna de 24 mujeres embarazadas con Covid-19 durante el tercer trimestre del embarazo. Las muestras biológicas recogidas, inmediatamente después del parto, de las vías respiratorias superiores (faringe o nasofaringe) de los neonatos y de los tejidos placentarios mostraron resultados negativos para SARS-CoV-2 mediante la reacción en cadena de la polimerasa, en tiempo real (RT-PCR). Ninguna muestra de leche materna fue positiva para SARS-CoV-2.5

Este estudio coincide con la evidencia científica disponible hasta el momento en lactancia humana, en la modulación del microbioma neonatal y el establecimiento de conductas neuroendocrinas vitales en la primera hora de vida. Es importante la comprensión de estos aspectos porque pueden afectar la práctica de proveedores de salud e impactar a extensas poblaciones materno-infantiles a nivel mundial.3

La OMS exhorta los cuidados inmediatos y continuados piel con piel, y en particular la técnica de la “madre canguro”. Ambos procedimientos mejoran la regulación de la temperatura en los neonatos y se asocia a una mayor supervivencia neonatal. Además, colocar al recién nacido junto a la madre permite una iniciación temprana de la lactancia materna, lo que también reduce la mortalidad.4

La Sociedad Española de Neonatología apunta que aun no existiendo datos suficientes para hacer una recomendación en firme sobre el amamantamiento en el caso de mujeres infectadas por SARS-COV-2, es importante insistir en que la lactancia materna otorga muchos beneficios como es el potencial paso de anticuerpos madre-hijo frente al SARS-COV-2, siempre que las condiciones clínicas del recién nacido y su madre lo permitan.6

Si se confirma que la madre tiene Covid-19 o es una paciente sintomática bajo investigación, debe tomar todas las precauciones posibles para evitar la transmisión del virus a su bebé.2,6,7,8) Entre estas precauciones se destacan las siguientes:

  • Las madres deben lavarse siempre las manos con agua y jabón en los momentos críticos, incluso antes y después de establecer contacto con el lactante.

  • Es preciso limpiar sistemáticamente en toda la casa las superficies con las que la madre haya entrado en contacto.

  • Si la madre tiene síntomas respiratorios, se recomienda que utilice una mascarilla cuando alimenta o cuida al bebé, si es posible. Como alternativa, se puede utilizar una mascarilla facial adaptable, disponible a nivel local.

  • La madre y el hijo deben mantener un distanciamiento físico con respecto a otras personas (de por lo menos 1 metro) y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.

  • La madre debe lavar sus manos antes de tocar cualquier sacaleche o partes del biberón y seguir las recomendaciones para una limpieza adecuada de estos enseres después de cada uso; y de ser posible, considerar tener a alguien que esté sano para que le dé la leche materna extraída al bebé.

Sin embargo, es importante destacar que un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Diego (UCSD), trabajan en la realización de un estudio que busca identificar si la lactancia materna puede ayudar a proteger a los recién nacidos contra la Covid-19, o si el virus se transmite por esta vía. Esperamos que las embarazadas y lactantes vean la importancia de ayudar al mundo a comprender este nuevo virus y consideren ser voluntarias para el estudio, agregó la doctora Chambers, quien también es directora de investigación.9

En estos tiempos toca al personal de la salud; en especial a los pediatras de los equipos básicos de salud de la atención primaria; los médicos de familia y de la atención secundaria en la atención de un paciente que se encuentre en el rango de edad sobretodo de los primeros seis meses de vida, brindar la mayor información sobre los beneficios de la lactancia materna para el niño y la madre; quien puede continuar amamantando mientras cumpla con las medidas de bioseguridad para la Covid-19.

Es esencial emplear los canales de comunicación oficiales y alternativos como son las páginas de las instituciones de salud en las redes sociales para difundir y desmentir los mitos y realidades con respecto a seguir brindando la lactancia materna incluso si la madre padeciera la enfermedad.

Coincido con el resto de los autores que han escrito del tema; que estas recomendaciones pueden modificarse a la luz de mayor evidencia científica; a medida que transcurra el tiempo y la experiencia mundial con este virus.

Referencias bibliográficas
Historial:
  • » Publicado : 20/07/2020

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